2.6.07

El story line

Jean-Claude Carrière nació en Francia, en 1931. Sus inicios en el cine los hizo junto a Jacques Tati y actualmente es considerado uno de los guionistas europeos más importantes. La mayor parte de sus guiones fueron escritos para las películas de Buñuel (Belle de jour, El discreto encanto de la burguesía, Ese oscuro objeto de deseo, etc.), pero también ha colaborado con otros directores, como Milos Forman, Volker Schlöndorff, Nagisa Oshima, Andrej Wajda...

Ha escrito varios libros, de los cuales queremos subrayar la importancia de La película que no se ve, en el que plantea un lúcido análisis sobre la evolución del lenguaje cinematográfico durante sus primeros cien años de existencia. A través de una minuciosa exploración de su vocabulario -los ángulos de cámara, la iluminación, la utilización de los actores y los decorados-, y recurriendo siempre a los directores más revolucionarios, Carrière examina la evolución del público a través de los años y el modo en que el propio cine ha intentado ajustarse a ella. Todo ello sin olvidarse, claro está, de los cambios que ha experimentado la escritura del guión a causa de las nuevas tecnologías y de las innumerables influencias que va asimilando día a día.

Los Angeles, 1972 . De izquierda a derecha, de pie: Robert Mulligan, William Wyler, George Cukor, Robert Wise, Jean-Claude Carrière, Serge Silberman. Sentados: Billy Wilder, George Stevens, Luis Buñuel, Alfred Hitchcock y Rouben Mamoulian.

En otro de sus libros fundamentales, Práctica del guión cinematográfico, Carrière nos da su definición del story line.

Story line es el término que usamos para designar, con el mínimo de palabras posibles el conflicto matriz de una historia. Yo no dedicaría más de cinco o seis líneas al story, porque es justamente la síntesis de la historia.

Un story line debe contener lo esencial de la historia. Esto es:

  • La presentación del conflicto.
  • El desarrollo del conflicto.
  • La solución del conflicto.

Es decir, debe corresponderse con los elementos de la narrativa tradicional: exposición, nudo (o nudos desarrollados) y desenlace. Son los tres puntos clave de historia, durante los cuales:

  • Ocurre algo.
  • Hay que hacer algo.
  • Se hace algo.

La división en tres bloques es una constante en casi todas las actividades creativas. La regla tiene su correspondiente oriental. En la Edad Media, un maestro japonés del No definió la famosa regla de Jo-Hai-Kiu: división en tres movimientos no sólo de toda la obra sino de cada escena de esta obra, de cada frase de la escena y, a veces, de cada palabra. Estos tres tiempos fundamentales, que se encontrarían en todos los niveles y que no pueden traducirse exactamente a ningún idioma (digamos: preparación, desarrollo, estallido), rinden aún asombrosos servicios cuando no se sabe muy bien cómo escribir, o cómo representar esto o aquello. Se trata acaso de una constante secreta que es preferible conocer aunque sea para violarla.

Así, pues, "inicio, medio y final"; "estado de las cosas, conflicto y resolución"; "exposición, nudo y desenlace", "preparación, desarrollo y estallido” guardan ciertos paralelismos metodológicos y ciertas diferencias conceptuales. Si seguimos este orden, tendremos un story line. Que sea bueno o malo dependerá del talento del autor. Con esto no queremos decir que debamos hacer caso totalmente a lo que hemos imaginado desde un principio. Muchas veces, al avanzar en otras etapas del guión, la historia cambia de rumbo, e incluso todo puede acabar de forma totalmente distinta. En realidad, un story line sirve de base, de punto de partida; no debe ser rígido en cuanto a su desarrollo.

El concepto de story line no es unívoco. De acuerdo a las escuelas de dramaturgia, se puede intercambiar con el término "plot principal" o "story sinopsis”; y los guionistas deben saber adaptarse a todos los entornos.

Definimos el story line como la mínima expresión del conflicto y la más breve sinopsis. Al tratarse sólo de la concreción del conflicto matriz no hace falta hablar ni del tiempo, ni del espacio, ni de la composición de los personajes. Me permito insistir en que story line representa el qué, cuál de los posibles conflictos humanos hemos elegido para dar fundamento al drama o a la comedia que contaremos o desarrollaremos en el guión.

Hacer un story line puede parecer una tarea difícil, pero en realidad es un proceso mental muy fácil. Si a la salida de un cine o de un teatro preguntamos a un espectador qué es lo que ha visto, sería capaz de contarnos en pocas palabras el conflicto básico de la historia. El proceso de creación del story line es eso mismo, pero a la inversa: contar el resumen de una historia que todavía no existe.

Ahora quiero especificar lo que NO es un story line:

  • No es únicamente una declaración sobre la vida.
  • No es únicamente una cuestión sobre la vida.
  • No es únicamente una moral de nuestra historia.

Veamos un ejemplo de story line ofrecido por Graham Greene, el famoso novelista y guionista inglés: Idea "Fui al entierro de un amigo. Tres días después, él caminaba por las calles de Nueva York”. De aquí surgió el siguiente story line, que dio lugar a la película El tercer hombre: "Jack va al entierro de su amigo en Viena. No se resigna, investiga y termina descubriendo que su amigo no ha muerto; está vivo y fingió su propio entierro, porque era buscado por la policía. Descubierto por la curiosidad de Jack, el amigo es abatido por las balas de la policía".

No son necesarias más explicaciones; sino en lugar de un story line tendríamos un argumento. El diseño del conflicto debe ser muy conciso. Para poner a prueba un story line podemos responder mentalmente a una serie de preguntas:

  • ¿Es realmente un story line?
  • ¿Cuál es el conflicto?
  • ¿Qué productos audiovisuales hemos visto anteriormente que contengan este mismo conflicto matriz?
  • ¿Cuáles son las posibilidades dramáticas de nuestro story line en comparación con otros audiovisuales con temática similar o idéntica?
  • ¿Cuál es la tesis?
  • ¿Qué queremos decir con este story line?

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